... en los tristes y en los difíciles y también en los más felices y graciosos. Un amigo te conoce desde siempre aunque solo hayan pasado unos cuantos meses de que lo conoces.
Ellos recogen todas tus lágrimas del suelo y te enseñan por lo que merece la pena llorar. No te dejan su hombro para que te apoyes, ellos ya te están esperando en el suelo antes de caerte para amortiguar el golpe.
Si están mal y no quieren decir porqué, aprendes a esperar.
Un abrazo o un beso es mejor que un te entindo.
No te esperan a que salgas de casa si no quieres, ellos te van a sacar a rastras de la cama...
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